A pesar de la mejoría de las técnicas diagnósticas, de la prevención, del uso de las nuevas escalas de clasificación de gravedad, de los avances en el tratamiento y de los aspectos dialíticos que se emplean en estos pacientes, el fracaso renal agudo sigue siendo una causa de morbimortalidad elevada en los enfermos ingresados en las áreas hospitalarias de pacientes críticos. Con la aplicación de nuevos conceptos, como el cambio de técnicas de sustitución renal a técnicas de soporte renal, parece haber mejorado la supervivencia. Esta obra, con la colaboración de expertos muy cualificados tanto a nivel nacional como internacional, se centra en los aspectos fisiopatológicos del fracaso renal, prestando especial atención a la situación de disfunción multiorgánica, desde un abordaje claramente multidisciplinar. Revisa las situaciones más prevalentes en medicina intensiva en que se utiliza el soporte orgánico, como en la insuficiencia cardíaca y respiratoria, en la insuficiencia hepática y en el ámbito de la cirugía cardíaca, cuando se indican técnicas de plasmaféresis y en el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y en la sepsis. Se comenta cuándo iniciar su aplicación y las dosis más adecuadas, sin olvidar las posibles complicaciones.