" Uno de los capítulos más ricos del Barroco es, sin duda, el que se refiere a la arquitectura. La vitalidad creadora que emana de las obras arquitectónicas y urbanísticas del momento constituye un expresivo reflejo del siglo XVII y de la primera mitad del XVIII. Los " " creadores de espacios " " de aquella Europa que enmarcaba a las monarquías absolutistas, a la Iglesia, al pueblo, a la nobleza católica y a la burguesía protestante lograron un mágico juego técnico-constructivo repleto de nuevos valores retóricos visuales tan altamente persuasivos que aún hoy siguen siendo motivo de apasionados estudios. "