Una vez más Qiu Xiaolong, el exitoso autor nacido en Shanghai y residente en Washington, nos brinda una obra que es una excelente novela policíaca y al mismo tiempo una ventana desde la que contemplar la China urbana contemporánea. Como en sus anteriores obras, su hechizo seduce a toda clase de lectores, no sólo a los seguidores acérrimos del género negro. «El caso de las dos ciudades" es el cuarto título de la saga que ha hecho célebre a Xiaolong, y uno de los más logrados. En esta ocasión el inspector Chen Cao, de la policía de Shanghai, ha de investigar la corrupción propiciada por las recientes reformas económicas, que alcanza a las altas instancias del Partido Comunista. El anterior encargado de dicha tarea fue hallado muerto en un burdel, tras ingerir una gran dosis de una variedad de "viagra chino". Las pesquisas de Chen le llevarán hasta Estados Unidos al frente de una delegación de escritores en visita de intercambio cultural, y tras la pista de Xing Xing, un magnate que huyó para evitar su procesamiento. Chen se verá atrapado en su intento por preservar su honradez profesional bajo los condicionamientos de un régimen represivo. Esta novela de Xiaolong es también un feliz tributo a la poesía clásica china. Chen, que fue poeta antes que policía, recita diversos poemas en respuesta a los acontecimientos que se van sucediendo. El resultado es fascinante para el lector occidental, que descubre con arrobo la sutileza y filosofía oriental que encierran esas citas.