El testamento de Tobias Greene obliga a que sus descendientes convivan juntos durante veinticinco años si quieren disfrutar de la herencia. Agobiados por el ambiente asfixiante que emponzoña la mansión, sobre todo cuando comienzan a ser víctimas de un misterioso asesino, uno de los Greene acude a pedir ayuda al fiscal del distrito de Nueva York, John F.X. Markham, descontento con la actuación de la Policía. Markham no duda en recurrir a su pedante y erudito amigo Philo Vance, trasunto de S. S. Van Dine, para que le ayude a resolver el caso. La tercera novela de la serie de este detective neoyorkino, que al igual que las anteriores también fue llevaba al cine, llegó a ser en Estados Unidos uno de los libros más vendidos en el año de su publicación, 1928.