Si al agradable clima mediterráneo se suma un espacio proyectado con plantas ornamentales llamativas y poco exigentes, con el tiempo se podrá conseguir un entorno equilibrado donde los requerimientos y necesidades de las plantas quedarán reducidos al mínimo, las enfermedades y plagas no supondrán un riesgo excesivo y, cada nueva temporada, el vigor y la frondosidad de su jardín mediterráneo se verán incrementados de forma progresiva.