A principios del siglo XV, una mujer recibe el encargo de escribir la historia de amor que le cuenta un alto personaje que prefiere guardar el anonimato. Con el Livre du duc des vrais amans, Christine se confirma así como una de las escasas autoras de una literatura cortés casi exclusivamente escritas por hombres, aunque la mujer fuera en ese universo de ficción, al menos en teoría, un sujeto fundamental.