En plena Segunda Guerra Mundial, a finales de 1942, el gobierno alemán concedió a diez países aliados o neutrales la posibilidad de repatriar a sus súbditos judíos que vivían en la zona ocupada por Hitler. Entre ellos 4.500 tenían nacionalidad española. La mayoría residían en Francia y Grecia. Este libro supone una investigación exhaustiva sobre el destino de dicha población. Tras estudiar minuciosamente los fondos documentales de los archivos españoles y alemanes, Rother aborda un tema delicado controvertido y crucial para entender la política exterior y la naturaleza del régimen de Franco: el conjunto de medidas, reacciones y vacilaciones con que el gobierno español encaró la discriminación y la persecución de los judíos.