La figura del burro fue tema de meditación para san Josemaría Escrivá en muchas ocasiones y así ha quedado reflejado en sus escritos. Quizá el más conocido es el punto de Camino 998: "¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! -Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. -Un día y otro: todos iguales. Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín. Lleva este pensamiento a tu vida interior".