La mejor manera de que nadie responda de los despropósitos realizados en el negocio bancario es negar que haya culpas ni culpables o, mejor, aceptar que existe responsabilidad compartida por todos: banqueros y bancarios, Gobierno, supervisores y clientes. En La banca culpable hay culpas y culpables. No es un compendio revanchista ni un alegato de indignación, aunque también. Lo que se pretende es identificar las malas prácticas y los productos financieros que han causado la ruina de hipotecados y ahorradores, además de proporcionar las herramientas básicas para que el cliente no vuelva a entrar desprotegido a una oficina bancaria. Hemos tratado de analizar los errores y malos usos de la forma más objetiva e imparcial posible, recurriendo a la opinión de expertos y clientes reales, así como a la experiencia del autor como bancario primero y como agente de entidad financiera después. Además, su actual vinculación al mundo de las finanzas online le ha permitido escribir con pleno conocimiento del sector. Seas banquero, bancario, cliente estafado o contento con tu entidad financiera, sufrido contribuyente o político de cualquier administración, este libro te interesa. Puede que no estés de acuerdo con parte de lo que se narra pero, sin duda, te hará pensar y, lo más importante, aprenderás a invertir tu dinero. Y encontrarás repetida una y otra vez la fórmula mágica para que no vuelvas a contratar productos financieros que no te convienen:«El director de banco es un vendedor, no un asesor».