Giulia y Arianna son muy amigas. Durante un paseo por una mina, acaban perdiéndose del grupo y sin saber cómo, llegan a una isla con un volcán: la Isla del Tiempo Perdido, donde van a parar todas las cosas y las personas que se han perdido en la Tierra. También el tiempo, que se transforma en magma energizante cuando se pierde por vaguería u ocio, o en terrible humo negro, cuando se trata de tiempo perdido por estupidez, falta de iniciativa o burocracia. Este humo oscuro convierte a los habitantes en atontados caníbales. Al llegar a la isla, las dos chicas se encuentran con un grupo de niños muy extraños. Junto a esta pandilla Giulia y Arianna vivirán excitantes aventuras y enfrentarán una gran amenaza: la isla está en peligro gracias a que los humanos producen demasiado tiempo perdido inutilmente y las fumarolas negras están a punto de envolver toda la isla.