Cuántas veces se quedan los padres boquiabiertos al recoger a sus hijos del colegio y descubrir que han sido capaces de comer solos lo que les han puesto, de desvestirse e incluso vestirse, de ordenar, de no llevar chupete... ¡Y sin llorar! Les gustaría grabarles y ver cómo consiguen las profesoras semejante maravilla.