Monstruo femenino de la mitología y el folklore de la Grecia y la Roma clásicas, Lamia es una especie de vampiro que chupa la sangre de los niños e incluso se los come. La leyenda habla de una Lamia, hija de Libia y Belo, que se convirtió en amante de Zeus, por lo que fue castigada por Hera. Se decía en la Antigüedad que la mitad inferior del cuerpo de una Lamia era de serpiente, descripción que populariza el precioso poema Lamia, que John Keats publicó en 1820. Luis Alberto de Cuenca y José Fernández Bueno han traducido magistralmente este clásico de la poesía vampírica, que en esta edición recupera las ilustraciones de Will Low.