En pleno Renacimiento, una época de extraordinaria valoración de la fama, apareció un curioso librito titulado La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. Su desconocido autor ocultó su nombre en el anonimato, levantando así uno de los enigmas más duraderos de la literatura universal. El Lazarillo pone en solfa, con sutil ironía, ciertos aspectos sociales y morales bien poco decorosos de aquella España imperial. Al mismo tiempo se daban los primeros pasos para el nacimiento de la novela picaresca —otra de las manifestaciones singulares de nuestra literatura— y también de la novela moderna. Con esta novelita, su anónimo autor ha suscitado múltiples interpretaciones, a la vez que ha mantenido hasta hoy muchos de sus misterios y sigue seduciendo a lectores de todas las edades.