El sol ha ardido sobre el poblado de Lila durante muchos meses. Hace tanto calor, que no se puede recoger leña, ni muñir las vacas ni escardar el huerto. Si no llueve, la fuente se secará y se perderá toda la cosecha. Lila está tan preocupada que, cuando su abuelo le explica el secreto de la lluvia, abandona el pueblo para hablar, ella misma, con los cielos. Este libro nos traslada a otra cultura y nos enseña la importancia del agua en muchos poblados donde este bien escasea. Un libro lleno de empatía que cuenta una bella historia mediante ilustraciones que nos transportan directamente al continente africano.