Si bien la práctica política de quienes crearon Podemos es anterior a su experiencia latinoamericana esta es de tal intensidad que condiciona enormemente su trayectoria. América latina, con la llegada del siglo XXI, que aúna una crisis en la democracia representativa de distinto calado con la decepción de las políticas neoliberales implementadas en la última década del siglo anterior, se constituye en un inmenso laboratorio. Por otra parte, el auge de las economías de la región, auspiciado por el incremento del precio de las materias primas de exportación y el aumento de la demanda asiática, propicia la cobertura de políticas en el ámbito de la reforma del Estado y en la expansión de un insólito activismo público en el terreno social y educativo. Es en este ámbito en el que las personas que una década más tarde van a fundar Podemos comienzan a arribar a la región. Su aprendizaje, su imbricación y su modus vivendi en Bolivia, Ecuador y Venezuela, aunque no solo, constituye una etapa fundamental en su vida de educación sentimental y política, algo que es radicalmente insólito en la historia política española.