Salme, hija del sultán de Omán y Zanzíbar, después bautizada como Emily Ruete, nació en 1844. En 1866, tras enamorarse de un comerciante alemán, Heinrich Ruete, abandonó la isla africana en secreto para abrazar la religión cristiana y casarse en Europa. Un profundo deseo de explicar a sus hijos sus orígenes la llevó a publicar sus Memorias, legando así un valiosísimo testimonio para la historia de las mujeres y el conocimiento de la vida cotidiana en un harén.