Hace más de 4.000 años, en una vasta región regada por las milenarias aguas de los ríos Tigris y Éufrates, floreció y se desarrolló un conjunto de extraordinarias civilizaciones que, con el tiempo, se conoce como civilización mesopotámica. Una cultura que destacó no sólo por sus impresionantes obras artísticas y de ingeniería, sino también por poseer una enorme inventiva y una profunda capacidad de estudio y observación.