Un adolescente de dieciséis años veranea en las afueras de Moscú con su joven y atractivo padre y su envilecida madre. La casa de al lado es alquilada por una princesa caída en desgracia y su hija, la misteriosa y encantadora Zinaida, de la que el joven se enamora perdidamente. Pero descubre que solo es uno de entre sus muchos pretendientes, y la historia llega a una conclusión oscura y triste. Narrada en primera persona, muestra de forma brillante el desarrollo de la fascinación y la infatuación del amor, revelando sus decepciones y alegrías con la sensibilidad única del autor de Padres e hijos (1862).