"El Señor os pide el milagro de convertir la prosa diaria en endecasílabos, en verso heroico", decía San Josemaría Escrivá, el santo de lo ordinario. El autor de este texto propone un plan diario para hacerlo realidad; un planteamiento accesible, sencillo, concreto, cuyo único fin es crecer en amor de Dios.