Vida de Charlotte Brontë se publicó en 1857, dos años después de la muerte de Charlotte, escrita por Elizabeth Gaskell, buena amiga de la autora, a instancias del propio padre de la novelista. Se trata de una vida trágica, comparable a cualquiera de sus novelas; huérfana de madre desde muy joven, Charlotte tuvo que cultivar la imaginación para escapar de una vida llena de privaciones.