Cambiemos el «a vivir que son dos días» por «un mundo mejor es posible»

Ideales y optimismo: es posible mejorar, cambiar… cada uno. Sólo hay un tipo de persona que no funciona: no es el que saca propósitos y los cumple (ese va bien); no es tampoco el que saca propósitos y NO los cumple (ese va bien, pues por lo menos tiene deseos de ir bien). El que da miedo es el que ni siquiera saca propósitos: el que no tiene objetivos, ni ideales. El que va al día; el que sólo tiene el fin de semana, como su objetivo a medio plazo y el verano, como su objetivo a largo plazo.

Vamos a soñar con grandes ideales. Vamos a buscar ideales.
Continúa la anécdota con el corto cuento del gigante y el pequeño sastre

IDEAL.- EL GIGANTE Y EL PEQUEÑO SASTRE

En un cuento de Grimm, hay un concurso de fuerza entre un gigante y un pequeño sastre. El gigante lanza una piedra tan alto, que la piedra tarda mucho en caer.
El sastrecillo suelta un pájaro, y éste vuela y vuela y no cae más.
El esfuerzo por el que el alma se salva, se asemeja al esfuerzo de mirar, de escuchar, al esfuerzo de la novia que dice: «Sí».
Es un acto de atención y de consentimiento.