Diferenciación de género

– Macagüeeeen!, hay que ver como es esta juventud, mire a ése, ¿podría usted decirme si es un tío o una tía?
– Pues es una chica.
– ¿Y usted como lo sabe?
– Porque es mi hija.
– Uy, ¡perdón! ¡No sabía que usted fuese su padre!
– Soy su madre.

Después de la anécdota – chiste una profunda reflexión sobre la Igualdad y el Género, para que disfrutemos todo/as…

Esa cosa del género…

1. Qué claro está: hombres y mujeres somos iguales a los ojos de Dios, pero somos distintos entre nosotros: el ser hombre o mujer es la primera distinción inopinada que hacemos de alguien por la calle. No es cosa de chicas. Es cosa de todos.

2. Ya va siendo hora de que las mujeres y los hombres se den cuenta de que ser diferentes no significa ser inferiores o superiores. Simplemente es ser distintos: tener otra sensibilidad, otra forma de comunicar, de reaccionar, de ver la realidad; y así son las cosas: ambas son complementarias.

3. La mujeres ya no son las sumisas, las delicadas, las débiles, las amas de casa, las sensibles, las miedosas, las superwomen, las protagonistas de todos los anuncios de limpieza, las secuestradas en los videojuegos, las princesas de los cuentos, y las “lobas” en el regeaton…. Pero son las madres, las que se fijan en todo, las que están en mil pequeños detalles, las que tienen el don de la intuición, el don de meterse en la piel de los demás, y la idea clarísima compartida al cien por cien con su marido que la familia y sus hijos -por ende su educación- son la tarea más importante que tienen asignada en esta vida. Ese es su éxito.

4. Los hombres ya han aprendido a que no son los duros de la película, los sustentadores de una familia, los independientes, los que no lloran y no expresan sentimientos, los fuertes que no se pueden permitir ser sensibles, y tiernos, y solidarios y delicados… Ya pueden pasar por ser mayordomos, cuando mamá saca unas oposiciones y papá está en el paro, o por cobrar casi la mitad que mamá, o por hacer el trabajo de la casa, o por hacer casi todo el trabajo que hacía mamá antes de que llegara esta época de «Igual – dá».

Hay otras formas de ser y de hacer…

  • Por cada mujer fuerte cansada de tener que aparentar debilidad, hay un hombre débil cansado de tener que parecer fuerte.
  • Por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta, hay un hombre agobiado por tener que aparentar saberlo todo.
  • Por cada mujer cansada de ser calificada como «hembra emocional», hay un hombre a quien se le ha negado el derecho a llorar y a ser delicado.
  • Por cada mujer catalogada como poco femenina cuando compite, hay un hombre que se ve obligado a competir para que no se dude de su masculinidad.
  • Por cada mujer cansada de ser un objeto sexual, hay un hombre preocupado por su potencia sexual.
  • Por cada mujer que se siente atada por sus hijos, hay un hombre a quien se le ha negado el placer de la paternidad.
  • Por cada mujer que no ha tenido acceso a un trabajo o a un salario satisfactorio, hay un hombre que debe asumir la responsabilidad económica de otro ser humano.
  • Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación, hay un hombre que redescubre el camino a la libertad.

Algunas publicaciones, dirigidas a adolescentes, proponen un modelo de mujer caza-hombres.

El prototipo de mujer que proyectan estas revistas responde al de una mujer obsesionada por su físico e imagen

Las conclusiones se basan en una encuesta realizada a cien adolescentes de la Comunidad de Madrid que señalaron a las revistas Nueva Vale, Cosmopolitan, Ragazza, Bravo, Loka magazine, Super Pop, Star2 y You como las que más leían.

(20minutos.es 30 noviembre 2007)

El prototipo de mujer que proyectan estas revistas, según se desprende del análisis realizado, responde al de una mujer obsesionada por cuidar su físico y su imagen y preocupada por satisfacer sexualmente a los hombres. “La formación, el ocio, la cultura o el voluntariado son temas prácticamente inexistentes”, según el director de comunicación del CECU, Antonio López.

El 24% de su contenido es publicidad, sin contar con los publireportajes, mientras que los cotilleos, las noticias y reportajes de famosos componen el 18% de su contenido.

Sin temas sobre seguridad sexual

“El problema -apuntó la directora del estudio, Inés Marín- es que estas revistas no tratan temas como la seguridad en las relaciones sexuales, la prevención de enfermedades de transmisión sexual” y, todo eso, unido un prototipo de mujer que presentan, “continuamente indagando en cómo conquistar al hombre y complacerle sexualmente”, hace que estas niñas reciban “una imagen discriminatoria de la mujer”.

Marín señaló que uno de los aspectos más chocantes es que el tratamiento de la sexualidad en revistas dirigidas a mujeres de más edad es mucho “menos explícito y erótico que el dirigido a chicas de menor edad”. En 2002 se pusieron en contacto con todas las directoras de estas revistas para para ver la manera en la que se podía que replanteasen su enfoque pero “ninguna respondió”, puntualizó Antonio López. “Desde CECU, solicitamos a estas revistas que reflexionen y se replanteen si realmente ese contenido es el que demandan las jóvenes”, concluyó.

(Las revistas que leen niñas de entre 11 y 16 años exponen un modelo de mujer agresiva, rebelde, excesivamente preocupada por su físico y ‘caza-hombres’ a través de su cuerpo y aspecto, según un estudio realizado por la Confederación de Consumidores y usuarios de Madrid (CECU) presentado este miércoles en la sede de la entidad. Extraído de aquí…)