El padre Rafael de San José Kalinowski, nació en Vilna, el 1 de septiembre de 1835, y en el bautismo recibió el nombre de José. Bajo la enseñanza de su padre Andrew, en el Instituto de Nobles de Vilna, progresó tan bien que recibió la máxima distinción en sus estudios. Luego fue durante dos años (1851-1852) a la escuela de agricultura en Hory-Horky. Durante los años 1853-1857, continuó sus estudios en la Academia de Ingeniería Militar de San Petersburgo, obteniendo su título en Ingeniería y el grado de Teniente. Inmediatamente después fue nombrado Profesor de Matemáticas en la misma Academia. En 1859 participó en el diseño del ferrocarril Kursk-Kiev-Odessa.

En 1863 estalló la insurrección polaca contra sus opresores rusos. Renunció a las fuerzas rusas y aceptó el cargo de Ministro de Guerra para la región de Vilna, en el ejército rebelde. El 24 de marzo de 1864 fue arrestado y condenado a muerte, pena que fue atenuada a 10 años de trabajos forzados en Siberia. Con admirable fuerza de espíritu, paciencia y amor por los compañeros exiliados, supo inculcarles el espíritu de oración, serenidad y esperanza, y darles ayuda material junto con una palabra de aliento.

Repatriado en 1874, aceptó el puesto de tutor del Venerable Siervo de Dios Augusto Czartoryski, residiendo mayoritariamente en París. Su influencia sobre el joven príncipe fue tal, que Augusto descubrió su verdadera vocación de sacerdote y religioso. Fue recibido en los Salesianos por su fundador, San Juan Bosco, en 1887. Por otro lado, Joseph Kalinowski ingresó a los Carmelitas Descalzos en Graz en Austria, y recibió el nombre religioso de Hermano Rafael de San José. Estudió teología en Hungría y fue ordenado sacerdote en Czerna, cerca de Cracovia, el 15 de enero de 1882.

Ardiente de celo apostólico, no escatimó en ayudar a los fieles y en asistir a sus hermanos y hermanas carmelitas en la ascensión al monte de la perfección.

En el sacramento de la Reconciliación, levantó a muchos del lodo del pecado. Hizo todo lo posible por la obra de reunificación de la Iglesia y legó esta misión a sus hermanos y hermanas carmelitas. Sus superiores le encomendaron muchos oficios importantes, que desempeñó a la perfección, hasta el momento de su muerte.

Superado por la fatiga y el sufrimiento, y respetado por todo el pueblo, entregó su alma a Dios, el 15 de noviembre de 1907, en Wadowice, en el monasterio fundado por él mismo. Fue enterrado en el cementerio del monasterio, en Czerna, cerca de Cracovia.

Durante su vida y después de la muerte, gozó de una notable fama de santidad, incluso por parte de las personas más nobles e ilustres, como los cardenales Dunajewski, Puzyna, Kakowski y Gotti. El Proceso Ordinario para su eventual beatificación, se puso en marcha en la Curia de Cracovia durante los años 1934-1938, y posteriormente fue trasladado a Roma donde en 1943 se emitió el Decreto relativo a sus escritos. Su causa fue introducida en 1952. Desde 1953-1956 se llevó a cabo el Proceso Apostólico, y la Congregación procedió a la discusión sobre sus virtudes.

El Papa Juan Pablo II, el 11 de octubre de 1980, promulgó el Decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Después de la aprobación de la curación milagrosa del Reverendo Mis, el Santo Padre beatificó al Padre Raphael Kalinowski en Cracovia el 22 de junio de 1983.

A medida que aumentaba la fama de sus milagros, la Curia de Cracovia en 1989 puso en marcha el Proceso Canónico para investigar la curación extraordinaria de un niño pequeño. Las discusiones de los médicos, teólogos y cardenales concluyeron felizmente. El 10 de julio de 1990, el Santo Padre Juan Pablo II, aprobó el milagro de la canonización.

En el Consistorio del 26 de noviembre de 1990, el Papa Juan Pablo junto con los Cardenales, decidió canonizar al Beato Rafael Kalinowski. Fijaron la ceremonia para el domingo 17 de noviembre de 1991.
El Papa Juan Pablo II, hoy lo canoniza y lo presenta como modelo para todos los cristianos de la Iglesia universal.