Zarra: no se subió a la parra con el éxito
Su fama como rematador superaba los límites. En una ocasión, con motivo de un partido internacional amistoso entre Suecia y España en el año 1951, las calles de Estocolmo aparecieron empapeladas con la siguiente leyenda: “Vea usted la mejor cabeza de Europa, después de la de Winston Churchill”. Era tal la fama que tenían los…
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