Warmi Cusi y otras historias.

Eran los primeros meses del año sesenta, el Perú seguía experimentando un régimen económico feudal, cuyas expresiones eran el gamonalismo, el latifundio y la servidumbre. Era una época dura donde el campesino debía seguir comiendo de su pobreza.

A 288 Km. de la Ciudad de Cuzco sigue existiendo un pueblo en plena Ceja de Selva llamado Quince Mil, un lugar de ensueño una tentación en esos y estos tiempos para buscar fortuna.
Era Don Lysander un refugiado Alemán que juntamente con su amigo Jakob escaparon de la persecución que hacían a los alemanes comprometidos en los genocidios y campos de exterminio judío y por ello llegaron a este continente y se internaron en la selva.

Continúa la anécdota (historia de la selva)…

Estos dos personajes se apropiaron de una extensión de hectáreas de bosques gracias a las influencias de malos hombres que creían que el Perú era para repartirse como quisieran.
Eran ellos los que realizaban labores de extracción de madera, cría de Cebú entre otros animales. Era Don Lysander quien se internaba meses en la selva virgen para buscar y lavar oro, este metal preciado en los ríos Araza, Caychive ,Huepetuhe, Icaco entre otros, haciendo crecer su fortuna…Era el quien en sus noches de soledad, en días de luna llena y en compañía de ese bosque inmenso de árboles, luciérnagas y aves nocturnas salía de su choza a sentarse en la patilla hecha de bambú y cedro a contar las cosas que le pasaban, los temores que tenía, las cosas indescifrables que había en la selva…En fin sus penas y alegrías.

Cuenta mi madre Gladis, que mi padre un joven aventurero, decidió emigrar a Quince Mil en busca de fortuna… La
situación económica del País estaba en picada.

En ese tiempo conocen a Don Lysander y a Jakob que eran sus vecinos.

Cuenta mi madre que Don Lysander en uno de sus viajes, iba cruzando el monte ya casi un kilómetro adentro y de pronto vio a su paso a una campesina que al borde del camino al parecer le daba el pecho a su hijo, cual fue su sorpresa al ver que ella se encontraba profundamente dormida y de su pecho mamaba una boa mediana, este reptil en su astucia había puesto su cola en la boca del bebé para que no llorara, Don Lysander con afán de
defender a la joven madre y a su hijo saco su machete y ataco a la boa pero esta se escurrió en el follaje espeso de la selva. Al darse cuenta y despertar de su letargo la joven madre nada pudo hacer por su bebé que había muerto asfixiado por el reptil. A los dos días la joven campesina también murió, imagino que fue inoculada por el veneno del reptil.

Que cosas no ocurren en la selva, cuentan historias que
los pumas o gatos monteses hambrientos rondan las aldeas en busca de comida, muchas veces recién nacidos o niños pequeños terminan siendo sus víctimas, causando pánico entre los campesinos de la zona, quienes para defenderse hacen guardia nocturna con sus antorchas y machetes por si son atacados.

Cuentan también, que cuando la noche esta lóbrega, ya casi a media noche, se escuchan cánticos femeninos que vienen del rió Araza, dicen los campesinos que es la Warmi Cusi (mujer feliz), que se ríe a carcajadas, según cuenta la historia es por que
esta escogiendo a un hombre joven para hacerlo su esposo y poder llevárselo, en esos momentos es que las mujeres del lugar cubren a sus hombres con una piel de zorrillo con el fin de espantar a la Warmi Cusi, es costumbre en las aldeas de la zona que todo hogar joven, tenga una piel de zorrillo para espantar a la mujer feliz que esta al asecho del hombre joven.

Existen muchísimas historias en la selva Peruana que aun no han sido contadas por temor pero yo las iré contando así se enoje la Warmi Cusi y quiera llevarme… Que pasaría si se entera que su historia anda flotando en el ciber espacio…¡Que
venganza nos traería esta mujercita!

ERICK RICARDO BRUNA ZUÑIGA